En la entrada anterior me guardé un par de ases bajo la manga, y hoy vamos a descubrir uno que dará pie a esta y otra entrada. Veo una sonrisa en la cara de los que se vieron el video de YouTube y saben a qué me refiero. Eso es, el Dock para conectar la Steam Deck a una pantalla. Obviamente, el Dock por sí solo serviría de poco, hay que añadirle otros dispositivos para que empiece a tener sentido. En esta ocasión nos servirán un par de mandos que se puedan vincular por bluetooth, convirtiendo nuestra Steam Deck en una consola de mesa tradicional.

Se abre un mundo

Da igual de qué marca sean tus mandos, solo tienes que ir a ajustes bluetooth, buscar nuevos dispositivos, vincular y listo, ya puedes disfrutar de tus juegos en pantalla grande. Y es que, no me negaréis que al igual que algunos juegos se disfrutan más en portátil, hay otros que se quieren ver en una gran pantalla. Además, esto invita a que juguemos con amigos, porque a pesar de que podríamos haber hecho esto mismo de conectar los mandos para jugar en la propia Steam Deck, no es lo mismo estar en el salón de casa sentado en el sofá, a gusto, que estar dándonos codazos mirando una pantalla de 7,4", que oye en alguna ocasión se podría hacer, pero no es lo óptimo.

Fijaos bien en que he dicho juegos y no catálogo de Steam, esto es porque, como ya dejé caer en la entrada anterior y acabaré hablando de ello en profundidad en otra, desde Steam Deck podemos acceder tanto al catálogo de PlayStation Plus como al de Game Pass. Quizá me repita un poco, pero es que me parece una auténtica locura que en una portátil, por este precio, puedas jugar a tantísimas cosas desde cualquier sitio con internet o en cualquier televisión conectándola con el Dock. O sea, ¿a qué quieres jugar? Sí.

¿Adiós PlayStation y XBOX?

Sinceramente, creo que en cuanto la gente sea consciente del potencial de la Steam Deck, esta peleará contra PlayStation y XBOX por ocupar ese lugar encima del mueble de tu salón o habitación. Y es que Steam Deck quizá no tenga la potencia como para tumbar a estas dos, pero sí para levantar la mano y decir: estoy aquí. Recordemos que, además del acceso al catálogo de sus dos contrincantes, Steam Deck mueve juegos como God of War Ragnarok o Forza Horizon 5 de forma local.

Está claro que no vas a tener 4K / 60 FPS en una “portátil” que dependiendo del tamaño que elijas te cuesta lo mismo o incluso menos que las de sobremesa, pero jugar a este tipo de juegos de forma portátil creo que compensa. Sois libres de buscar entre los muchos vídeos que ya hay comparando Steam Deck con las consolas que todos conocemos.

Además, ahora que se está viendo como los exclusivos llegan a PC años después de su salida en consola, podemos disfrutar de lo mejor de las dos grandes consolas con algo de retraso, que si no eres súper fan de la saga y te da igual esperar o no quieres comprar dos consolas, creo que es muy buena opción.


¿Hola PlayStation y XBOX?

Ojo, que también pueden ser amigas de Steam Deck. Si os moló el concepto de PlayStation Portal, pero no el dispositivo, dejadme deciros que con Steam Deck se puede hacer juego remoto tanto con la consola de Sony como con la de Microsoft. No olvidemos que PlayStation Plus y Game Pass valen es de pago y quizá no queremos mantener los dos servicios simultáneamente, (yo no lo recomiendo, te saturas con tanto juego) o no queremos pagar ninguno, pero queremos jugar a los juegos de nuestra consola en la Steam Deck. Pues ya lo tienes, para XBOX no sé deciros, ya que no he probado ninguna personalmente, pero para conectarme a mi PS5 y PS4 utilizo una herramienta que se llama… espera, os lo contaré en otra entrada. 
 
No sé si en este punto estarás tan fascinado como yo, estamos ante un ordenador disfrazado de consola que nos da todas las ventajas de una portátil. ¿Lo estás viendo? Steam Deck es un dispositivo que combina tan bien esos tres mundos… Espera, ¿tres mundos?, ¿has dicho ordenador?
 
¿Qué os ha parecido la entrada? Me encantaría que dejaseis vuestras opiniones, dudas y sugerencias en los comentarios, eso me ayudaría mucho a mejorar. Muchas gracias por vuestro tiempo, espero que me volváis a leer pronto. ¡Hasta la próxima!