Si os supo a poco el extra de Steam Deck como consola de mesa, veamos que os parece lo que ofrece como PC. Y es que, Steam Deck ofrece un modo convencional que combinado con ciertos periféricos y sumándole algunos más con el Dock, van a ir transformando poco a poco nuestra Steam Deck en un auténtico PC, donde obviamente podremos seguir ejecutando nuestros juegos, ahora con teclado y ratón.

El modo escritorio

Existe un modo llamado así, al que entramos desde el menú de apagado de la consola, que nos ofrece una vista mucho más similar a la de cualquier otro escritorio que conozcamos. Por defecto el escritorio se muestra como vemos en la imagen de cabecera, similar a un Windows clásico, con el menú de inicio abajo a la izquierda y el calendario y los iconos de estado abajo a la derecha.

Si bien es cierto que podemos entrar en este modo sin necesidad de un dock, si vas a utilizarlo durante un tiempo prolongado o para realizar tareas en las que tengas que escribir, no creo que sea recomendable. Ciertamente, podemos usar el trackpad para mover el ratón o incluso usar la pantalla táctil directamente, pero usar el teclado en pantalla para estar escribiendo es demasiado tedioso. Entrar en este modo sin ningún periférico puede ser útil para un momento puntual, porque necesites hacer algo concreto y rápido, pero poco más.

Ahora bien, podemos conectar mediante bluetooth un teclado y ratón, poner la Steam Deck en un soporte y básicamente tendríamos un portátil de 7” -7,4”. Con esto solucionaríamos las molestias del párrafo anterior y ya tendríamos un PC funcional. Esto implica que ahora podemos disfrutar de aquellos juegos de nuestra biblioteca de Steam que no tenían el estado Verificado de Steam Deck para jugar en modo consola, porque están pensados para jugarlos con teclado y ratón. Y además dispondremos de todas las funciones que ofrece un PC convencional: navegador web, correo electrónico, editores de vídeo, aplicaciones de mensajería…

¿Y si le sumamos el Dock?

Hemos visto que simplemente con el modo escritorio y dos accesorios, la Steam Deck cambia totalmente, pero estoy seguro de que muchos de vosotros querréis más y aquí es donde entra el dock. Con los tiempos que corren, una pantalla de 7"-7,4” seguramente se nos haga pequeña, pero como vimos en la entrada anterior, podemos conectar una pantalla y problema solucionado. Y es más, en el modo escritorio podemos mantener la pantalla de la Steam Deck activa para usarla de extra y mantener ahí ciertas aplicaciones que queramos tener a la vista.

Esto dependerá del dock que compres, pero en mi caso puedo: conectar el cable Ethernet para tener una conexión más estable a la red, al disponer de varias salidas USB puedo conectar discos externos donde almacenar información, cámaras para mis grabaciones… Y algo que no he explorado todavía es la posibilidad de tener una segunda pantalla conectada. Desde luego se abren muchas posibilidades, y sumadas a las que ya hemos visto en otras entradas, creo que hacen aún más interesante esta Steam Deck.

Linux, ¿amigo o enemigo?

Tengo pensado dedicar una entrada íntegramente a hablar de este tema, pero quiero aclarar aquí dos puntos que te ayudaran a decidir si Linux es tu amigo o tu enemigo. Primero que todo, seguramente te preguntes si cierta aplicación estará disponible en este sistema o si es muy difícil instalar aplicaciones porque no sabes línea de comandos. Es cierto que podemos usar línea de comandos, y seguramente quienes sepan usarla la prefieran, pero hace tiempo que los entornos Linux integran una tienda como lo puede ser la Google Play Store o la App Store, en la que simplemente buscas tu aplicación, le das a instalar y listo. En el caso de Steam Deck se usan paquetes flatpak y desde este enlace puedes ver si la aplicación que necesitas está disponible.

Te adelanto que aplicaciones muy profesionales no suelen estar, ya que las grandes marcas no se molestan en migrar su aplicación a entornos Linux por la baja cuota de mercado, aunque cada vez más se animan a tener versión en Linux o al menos versión web. No obstante te invito a que busques alternativas que pueden ser igual o mejores, al menos para trabajos sencillos o no profesionales. En mi caso con GIMP para editar alguna imagen, Kdenlive para las cuatro cosillas que les hago a mis videos y Canva para crear recursos… me es suficiente.

El otro punto que quiero destacar es que si Linux te parece feo o no te gusta su distribución, no te preocupes porque lo puedes personalizar como tú quieras para que se parezca al entorno del que vienes o a tu entorno favorito. Yo he modificado los iconos, cursores, animaciones, efectos, paneles, comportamientos… de modo que tengo todo a mi gusto y he hecho de mi escritorio algo único. Os dejo una captura para que lo comparéis con el de la cabecera y me decís.


Recordad que tenéis el resto de mis redes pinchando en mi foto de perfil del blog y que podéis apoyarme realizando vuestras compras a través de mi enlace de recomendaciones o directamente con una donación en PayPal. Se os quiere.

¿Qué os ha parecido la entrada? Me encantaría que dejaseis vuestras opiniones, dudas y sugerencias en los comentarios, eso me ayudaría mucho a mejorar. Muchas gracias por vuestro tiempo, espero que me volváis a leer pronto. ¡Hasta la próxima!