Creo que ha quedado claro con las tres entradas anteriores que para mí la Steam Deck es el camino a seguir en lo que respecta a consolas portátiles, un camino que agradezco a Nintendo Switch por haberlo empezado, pero al que desde luego Valve ha dado el giro de tuerca que necesitaba. Sin embargo, quizá algunos os preguntéis por qué elegí Steam Deck existiendo ya varias opciones en el mercado. Os lo cuento.
Linux
Al final de la entrada Steam Deck como PC os hice una pequeña introducción con la idea de quitaros el miedo a Linux. Ahora voy a intentar que os llame la atención exponiendo algunas de sus virtudes. Y es que, he de deciros que uno de los motivos principales por los que elegí Steam Deck fue precisamente Linux, un SO que desde que empecé a interesarme por la tecnología se fue ganando mi respeto y mi aprecio. No voy a entrar en demasiados detalles, pero os diré que en mi opinión es más seguro y tiene mejor rendimiento.
- Más seguro porque, para empezar , tiene poca cuota de mercado y a los maleantes no les interesa generar virus para este SO y aunque lo hiciesen, Linux no permitiría que se ejecutase nada raro sin el consentimiento expreso de administrador.
- Mejor rendimiento porque Linux consume menos recursos y con el tiempo no se degrada tanto como lo hace Windows.
He de apuntar que el uso de RAM implica que hay muchos procesos, o procesos muy pesados, corriendo y esto deriva en consumo de batería, algo que en una consola portátil es muy importante.
Steam Deck vs. La competencia
Ya hemos visto que en igualdad de condiciones (hardware) Linux aprovecha mejor los recursos, pero el mercado es muy amplio y existen opciones más potentes que Steam Deck, algunas de ellas muy interesantes; Por ejemplo la ASUS Rog Ally permite conectar un módulo externo para dar aún más potencia a la máquina (claro que esto sale por una pasta), sin embargo, este es un caso especial que no vamos a tener en cuenta para no hacer la entrada demasiado larga.
Me vi muchos vídeos y análisis antes de decidirme, y sí, la más potente del mercado pateaba en benchmarks a la Steam Deck, pero a la hora de la verdad en el juego había entre 5 y 25 FPS de diferencia dependiendo del juego y modo de rendimiento. No obstante, conseguían esa diferencia de FPS a cambio de un consumo desmesurado de la batería. Según cifras oficiales Asus estima entre 2-8 horas mientras que la de Valve 3-12 horas. Sin embargo, a la hora de la verdad, en juegos potentes Asus a penas aguanta 1 hora mientras que Steam Deck se acerca a las 3 horas. Pero es que si nos vamos a juegos más livianos, Asus llega a las 2 horas con la lengua fuera incluso en el modo performance, mientras que Steam Deck sin modificarla llega tranquilamente a las 5. Además, si modificas los parámetros de energía, que es lo que yo hago con juegos ligeros, puedes llegar a las 12 horas que promete. Tengamos en cuenta que estos valores se han recogido al principio de vida de las máquinas, y recordemos que hemos dicho que Windows tiende a rendir peor y peor con el paso del tiempo…
Con estos puntos sobre la mesa me dije, ¿me voy a gastar más pasta en un dispositivo de otra marca para que al principio me vaya igual o un poco mejor que la Steam Deck, pero que a los meses ya esté dando problemas? Pues claro que no. Entendiendo por problemas que los FPS irán a menos y la duración de la batería, que si ya era escasa en un principio, no me quiero imaginar tras un año de uso. Prefiero gastarme menos en la Steam Deck, que aunque no sea tan potente, va a mantener mejor el rendimiento a lo largo del tiempo.
Dejando Linux a un lado, se ve que Valve se ha currado un SO para una consola portátil mientras que otras marcas han metido Windows a una pantalla con botones a los lados y encima de eso han hecho una pequeña interfaz que te facilite el acceso a los juegos. Eso se nota y ha sido uno de los motivos de peso que me decantaron por la Steam Deck. Porque cuando vas a jugar no necesitas ciertos procesos en segundo plano revisando, por ejemplo, si tienes conectada una impresora (cosa que hace Windows). Steam Deck cuando estás en modo consola arranca ciertos procesos y cuando pasas a modo escritorio apaga y arranca con otros. Esto para mí es un funcionamiento correcto.
No todo es bueno
Está claro que no todo son maravillas en Steam Deck, por mucho que me guste Linux he de deciros que es un lastre muy grande si quieres compatibilidad. Como hemos visto, pocas aplicaciones dan soporte oficial a Linux, por lo que vas a tener que trampear ciertas cosas si quieres que corran en la Steam Deck. Eso implica que lo que en Windows es descargar una archivo, ejecutar y correr, en Linux será ejecutar varios comandos en terminal, descargar cosas de repositorios de terceros para que igual ni siquiera acabe corriendo… Y cuando corre, es probable que lo haga con algún fallo o con peor rendimiento que en Windows, porque estamos forzando la ejecución de algo que es para Windows en Linux.
Aquí hemos visto que podemos usar nuestra PlayStation de forma remota desde la Steam Deck, acceder y jugar al catálogo de XBOX Cloud Gaming y PlayStation Plus… pero todo esto no tiene soporte oficial, por lo que mañana podría entrar una actualización y dejar de funcionar. Claro que la comunidad (que es fantástica debo decir) respondería rápido para adaptar esa hipotética actualización, pero son situaciones que igual tú no quieres soportar.
Lo que quiero decir es que si eres de los que usan aplicaciones muy específicas o muchas bibliotecas de juegos además de Steam: Origin, GOG, Epic Games, etc. Igual la Steam Deck te va a dar demasiados dolores de cabeza. En mi caso que sé que las cuatro cosas que quería funcionan o podía hacerlas funcionar, no me lo pensé dos veces. Ojalá algún día la cuota de mercado de Linux suba y den soporte oficial al SO para que vayan desapareciendo estos problemas, pero hasta entonces, a pesar de ser para mí el único punto negativo de Linux, este es un punto muy a tener en cuenta.
Poco más me queda por deciros de esta máquina. Espero que estas entradas os hayan dado un punto de vista diferente y os hayan servido para expandir vuestro abanico de opciones con el que usando vuestro criterio podáis decidir mejor qué comprar o recomendar a un amigo en función de sus necesidades.
¿Qué os ha parecido la entrada? Me encantaría que dejaseis vuestras opiniones, dudas y sugerencias en los comentarios, eso me ayudaría mucho a mejorar. Muchas gracias por vuestro tiempo, espero que me volváis a leer pronto. ¡Hasta la próxima!